Publican Códices de México, viaje visual y referente obligado sobre los documentos de tradición indígena

Con sesudos ensayos de reconocidos investigadores, entre ellos uno de los últimos escritos de Miguel León-Portilla, e ilustrado con las imágenes de 44 códices que lo convierten en un viaje visual, el libro Códices de México será referente ineludible para quienes investigan y se interesan en los documentos de tradición indígena, según lo expresado en la presentación editorial realizada en la XXXII Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH).

Como manifestó el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, aunque esta obra aparece unos años después de la magna exposición Códices de México: memoria y saberes, la cual permaneció en el Museo Nacional de Antropología (MNA) entre 2014 y 2015, lo hace en un momento por demás oportuno ya que estos documentos son uno de los testimonios más vivos de 500 años de resistencia indígena, como se conmemora este 2021.

Profusamente ilustrada, con textos de Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, Xavier Noguez y Baltazar.

En la coedición del INAH y el Gobierno del Estado de México, los textos de Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, Xavier Noguez Ramírez y Baltazar Brito Guadarrama dan sustancia al despliegue visual de 44 códices, de 94 originales que custodia la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), y que cabe recordar, salieron de su bóveda en ocasión de aquella importante exhibición, siendo de las pocas veces que estas pictografías han visto la luz.

De 2015 a la fecha, señaló el titular del INAH en la presentación efectuada en el MNA y transmitida por la plataforma http://www.feriadelibro.inah.gob.mx, en sintonía con la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, se han dado nuevos descubrimientos. Tal fue el caso de la autenticación del Códice Grolier, a resguardo también de la BNAH, como un manuscrito prehispánico elaborado entre 1021 y 1152 d.C., de ahí que fuera renombrado Códice Maya de México.

En la coedición del INAH y el Gobierno del Estado de México, los textos de Miguel León Portilla, Alfredo López Austin, Xavier Noguez Ramírez.

Al respecto, el investigador del Seminario Académico de Historia Mexicana e Historia del Estado de México, Xavier Noguez, precisó que dicho códice y el Colombino, son los únicos de origen prehispánico que permanecen en nuestro país, sin considerar más de 400 coloniales dispersos en distintos acervos nacionales, tanto públicos como privados, y otros que siguen en manos de comunidades.

En su exposición, Noguez insistió en animar a las nuevas generaciones de investigadores a estudiar estos documentos, los cuales requieren del concilio de múltiples disciplinas: lingüística, antropología, paleografía, historia del arte, historia, entre muchas otras. Solo así –dijo–, podrá avanzarse en la generación de metodologías más integrales y aceptadas, para la investigación de este corpus.

Publican Códices de México, viaje visual y un referente obligado sobre los documentos de tradición indígena. Foto: Melitón Tapia. INAH

Por su parte, el director de la BNAH, Baltazar Brito, destacó que los capítulos que integran el volumen Códices de México, empiezan con un pórtico o introducción a cargo del maestro Miguel León-Portilla, explicando los diferentes tópicos que abordan los códices, así como los formatos en los que fueron confeccionados. Asimismo, abunda en noticias y una que otra curiosidad respecto a varios documentos, tal es el caso del Códice Colombino, la Matrícula de Tributos o el Códice de la Cruz-Badiano, retornado por el papa Juan Pablo II, en 1991, durante una visita de Estado.

En tanto –continuó el coautor y coordinador de la obra–, el investigador emérito de la UNAM, Alfredo López Austin, traza con maestría la concepción del tiempo mesoamericano y su registro en los libros prehispánicos: “Sus palabras nos revelan cómo los primeros seres humanos ordenaron su vida conforme el movimiento de los astros, para luego abundar en los sistemas calendáricos utilizados por las distintas sociedades prehispánicas, además de explicar con detalle el significado cosmológico y las implicaciones religiosas de los mismos”.

En su ensayo, Xavier Noguez arroja luces sobre el concepto de poder y su representación en este tipo de manuscritos. Empieza con la importante colección que conformó Lorenzo Boturini en el siglo XVIII, y la dispersión de la misma en el XIX, para referirse después a las distintas maneras en que estos documentos se adaptaron a las nuevas realidades que experimentaron los indígenas tras la conquista, principalmente en lo referente a la propiedad jurídica de la tierra.

Profusamente ilustrada, con textos de Miguel León-Portilla, Alfredo López Austin, Xavier Noguez y Baltazar.

Finalmente, el propio Baltazar Brito, en el texto Los cinco soles, brinda un panorama general de los investigadores más sobresalientes en el estudio de los códices mesoamericanos, cuyas personalidades acota en cinco grandes épocas.

El especialista puntualizó en que la exposición Códices de México: memoria y saberes, montada en el marco del 75 aniversario del INAH y los 50 años del MNA, permanece en formato visual en la página electrónica del recinto: http://www.mna.inah.gob.mx, en la sección de “Exposiciones Temporales”.

Concluyó que junto con el libro que hoy sale a la luz, vale la pena recuperar aquella experiencia única y asombrarse como aquellos curiosos que en 1824 acudieron a la galería del viajero, naturalista y anticuario inglés William Bullock, ubicada en Piccadilly No. 22, donde por primera vez en la historia mundial –y junto a otras antigüedades mexicanas– se exhibieron algunos códices prehispánicos.

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