Hoy recordamos el inicio de la II Guerra Mundial hace 81 años

Polonia fue el siguiente blanco de la Alemania Nazi, para el 20 de marzo de 1939, Hitler realizó un discurso demandando un paso por el corredor polaco, para conectar Prusia oriental con el resto de Alemania, así como la anexión de la Ciudad libre de Dánzig; estas serían las bases para el inicio de una cruenta guerra que costara docenas de millares de vidas de uno y otro bando involucrado.

Dos días después, presionó a Lituania para que cediese la ciudad de Memel, actual Klaipėda. El Reino Unido reaccionó el 6 de abril, anunciando un acuerdo militar bilateral con Polonia. Muchos consideraron que esto representaba el fin de la política de apaciguamiento, pero en realidad Chamberlain todavía no se resignaba a ir a la guerra con Alemania. ​ Ni Francia ni Inglaterra contaban con una estrategia de ayuda inmediata; ​ y la Unión Soviética, el único país que parecía poder brindar asistencia militar rápida a Polonia, era rechazado por esta última, que temía por su autonomía.

El 2 de junio, Stalin tomó la iniciativa y planteó la formación de una alianza militar con occidente. ​ Las naciones occidentales estudiaron el planteamiento soviético y enviaron delegaciones a Moscú en un barco, llegando el 11 de agosto. En este punto los soviéticos descubrieron que los delegados no tenían autoridad para firmar un acuerdo. ​ Las negociaciones progresaron lentamente, pero se estancaron cuando Kliment Voroshílov propuso discutir la defensa de Polonia. El gobierno polaco se negó rotundamente a dejar entrar tropas soviéticas a Polonia, ya que temían que su Estado perdiera los territorios ganados en la Paz de Riga. En la tercera semana de agosto, la negativa polaca paralizó completamente el progreso de las negociaciones, incluso bajo presión anglo-francesa.

El ataque fue el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un Tercer Reich alemán sobre Europa.

Existen dos puntos de vista principales sobre la motivación de las acciones soviéticas de los días siguientes. Historiadores han declarado que luego de la Conferencia de Múnich, Stalin creyó ver un plan occidental para empujar a Hitler hacia la Unión Soviética. ​ Incluso después de que el Reino Unido y Francia reaseguraron sus garantías hacia Polonia, Stalin consideró que las mismas no eran sinceras, y que las democracias occidentales harían luchar a la Unión Soviética y Alemania en la primera etapa de la guerra, mientras ellas se fortalecían. ​ De esta manera, las dos principales amenazas del Occidente, el bolchevismo y el nazismo, se aniquilarían entre sí. Sin embargo, otros historiadores han argumentado que la declaración británica sobre la seguridad polaca dio a Stalin la oportunidad de condicionar su participación en la guerra, y que la supuesta conspiración occidental fue un pretexto para justificar las negociaciones paralelas con Alemania. Además, culpan a Stalin por el fracaso de las negociaciones, ya que éste solicitó la ocupación militar de los Estados bálticos, ​a cambio de ofrecer su ayuda, propuesta inaceptable para los británicos y los franceses. Finalmente, claman que Stalin, temeroso de una insurrección en su contra, prefirió sacrificar el Estado colchón polaco para apaciguar a la Alemania Nazi. En ambos casos, los historiadores coinciden que el choque soviético-japonés, que se estaba llevando a cabo en ese momento en Manchuria, hizo ver a Stalin de que este no era el momento correcto para iniciar la guerra con Alemania. ​

El primer indicio del aproximamiento germano-soviético se dio el 3 de mayo, cuando Stalin reemplazó a Maxim Litvínov, judío étnico, por Viacheslav Mólotov como Ministro de Relaciones Exteriores;​ los nazis ahora podían negociar de nuevo con la Unión Soviética. El 19 de agosto, Joachim von Ribbentrop viajó a Moscú y se reunió con Mólotov, para la firma de un acuerdo comercial por siete años. Luego, Ribbentrop sugirió extender el acuerdo al ámbito político, para asegurar las buenas relaciones entre las naciones durante la duración del acuerdo comercial.

El 23 de agosto, Ribbentrop se reunió con Stalin y se firmó el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que estipulaba la no-agresión entre la Unión Soviética y la Alemania Nazi durante 10 años, así como la neutralidad de una nación si la otra iba a la guerra con una potencia tercera, que podía entenderse como Francia y el Reino Unido. Un Protocolo Adicional secreto, desconocido hasta 1945, indicaba que Finlandia, Estonia y Letonia pasarían a formar parte de la esfera de influencia soviética, mientras que Polonia y Lituania serían repartidas entre Alemania y la Unión Soviética. Además, la región de Rumania llamada Besarabia sería anexada por los soviéticos.

Historiadores aseguran que la supuesta conspiración occidental fue un pretexto para justificar las negociaciones paralelas de Stalin con Alemania.

Sin embargo, aunque sus últimas acciones lo contradecían, Hitler deseaba evitar la guerra con Occidente. Además de neutralizar momentáneamente al gigante soviético, Hitler creía que el Pacto Mólotov-Ribbentrop obligaría al Reino Unido y Francia a renunciar a su compromiso con Polonia. Hasta el último momento el dictador alemán creyó que esas naciones no irían a la guerra si atacaba a los polacos. Sin embargo, este no fue el caso. El 25 de agosto, el acuerdo anglo-polaco de abril se transformó en una alianza militar. Esta reacción perturbó a Hitler, quien retrasó la invasión de Polonia por una semana. Durante este tiempo, estuvo ofreciendo garantías al Imperio Británico y exigiendo la visita de un plenipotenciario polaco; sin obtener respuesta. ​Hitler también acudió a Mussolini, quien había permanecido callado a pesar de haber firmado el Pacto de Acero, un acuerdo político-militar, el 22 de mayo. En los últimos meses, Mussolini también había acelerado su proyecto expansionista, ya que el 7 de abril Italia había invadido el Reino de Albania. Sin embargo, el Primer Ministro italiano no deseaba iniciar todavía una guerra con el Reino Unido, y Hitler decidió finalmente atacar Polonia sin su apoyo.

Todo fue en vano y un día como hoy, 1 de septiembre, pero de 1939, Alemania invadió Polonia, iniciando las hostilidades de forma oficial. Hitler pronosticó incorrectamente la respuesta occidental, ya que dos días después Francia y el Reino Unido le declararon la guerra dando inicio a la Segunda Guerra Mundial en Europa. Se dice que este ataque fue el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un Tercer Reich alemán sobre Europa. El 17 de septiembre la Unión Soviética invadía Polonia desde el este. El 28 de septiembre, Alemania Nazi y la URSS firmaban el Tratado Germano-Soviético de Amistad, Cooperación y Demarcación. No obstante, dos importantes actores, los Estados Unidos e Italia se mantuvieron fuera de la contienda inicialmente.

Ubicación estratégica. Hitler quería invadir Polonia para sus fines expansionistas.

Ambos, entrarían y terminarían en una coalición conocido como los Aliados, no sin antes Italia estar del lado contrario durante 3 años ocupando una posición estratégica en el bando de las Potencias del Eje.

Con información de:

Sommerville, Donald (2008). Lorenz Books, ed. The Complete Illustrated History of World War Two: An Authoritative Account of the Deadliest Conflict in Human History with Analysis of Decisive Encounters and Landmark Engagements

Enciclopedia Británica.